El mundo se enfrenta a conflictos globales como la pandemia y las guerras, entre las enseñanzas que deja cada periodo se insiste en la continua independencia económica, política y espiritual. Y al mismo tiempo intentar aprender como especie ¿cómo hacer para vivir juntos sin dañar a los demás seres que viven en el mismo contexto? ¿cómo generar un pensamiento sistémico para que nuestro planeta funcione en paz y armonía?

En los próximos años la población mundial aumentará en millones por lo cual vivir, alimentarse y suplir las necesidades básicas sin poner en peligro el medio ambiente es un gran desafío ya que la agricultura necesita mucha agua, tierra y energía.

Los planes de gobierno en este momento fijan los ojos en el campo por un campanazo de alerta pues sin la población rural sembrando, las ciudades corren el riesgo de desaparecer y con ellas la sociedad entera. La necesidad de apoyar a los agricultores y en especial en este sector del planeta con la agricultura familiar da la respuesta al cómo vamos a alimentar a la familia en el futuro y así evitar las posibles pandemias y problemas que trae el ritmo que llevamos en nuestras vidas.

Pasando los años se piensa que ser campesino no está en los proyectos de vida y las personas que no desean irse del campo desisten porque no ven rentable el trabajo de la tierra. Si eso no se corrige, en pocos años no solo habremos perdido una generación de campesinos, sino que se cerrará la despensa agrícola y por eso consumiremos productos importados más costosos y no siempre de buena calidad.

En la actualidad Kéter se realiza varias preguntas para seguir entendiendo esta necesidad:

• ¿Cómo se pueden economizar los recursos?
• ¿Cómo podemos monitorear y optimizar el crecimiento del SER?
• ¿A quién le gustaría vivir en una finca en donde se combinan tradiciones y tecnologías para desarrollar, rentar y fortalecer su economía?
• ¿A quién le gustaría vivir en una finca que sea sostenible y ecológicamente sustentable?
• ¿A quién le gustaría vivir en una finca que pueda convertirse en generadora de empleo?
• ¿A quién le gustaría vivir en una finca en donde se tenga una huerta de la que obtengamos la mayor parte de la comida del consumo diario y que a su vez sea un aprendizaje para sus hijos y que ellos tengan conciencia de dónde venimos y para dónde vamos?
• ¿Cómo sobrevivir en un contexto tan agresivo como el que se nos plantea en este momento?
• ¿Cuánto cuesta y cuánto tiempo se demora poner en marcha una finca?

 

Para buscar una respuesta a todas estas preguntas se dio el nacimiento de KÉTER como consultora de proyectos agrícolas con el propósito de “CULTIVAR EL BIENESTAR Y EL PROGRESO DEL CAMPO”. La imagen de nuestra marca Kéter significa una relación entre el árbol y el humano. En la parte inferior de nuestro logo observamos unas raíces, es decir, lo que no vemos y arriba lo que vemos: hojas, frutos y tallos fuertes. En el caso de los humanos lo que no sé ve, de dónde venimos y lo que se ve, la familia y los proyectos.

Por lo cual nos planteamos el objetivo de Organizar 8 fincas piloto para el año 2023 con el propósito de impulsar productores/as de alimentos en la construcción y aprovechamiento de su finca para el mejoramiento de su calidad de vida y de su comunidad formando un tejido, como una ruana de muchos colores que nos arrope y nos cobije a todos. Mejor dicho, en palabras de nuestros campesinos que nos arrejunte a todos.

¿Qué caminos tomamos para hacer ese sueño realidad? Vamos a aprovechar los recursos que tiene su finca por medio de información para bajar costos de construcción, generando poco a poco una finca organizada para aumentar las fuentes de ingresos y mejorar su calidad de vida y la de su comunidad y que justifique la inversión.

En KÉTER acompañamos procesos que a medida que se van aplicando las herramientas y tecnologías, vamos a ir descubriendo las potencialidades que tenemos en el terreno ya que la agricultura de precisión y la tecnología calculan exactamente lo que las plantas, los animales (seres humanos) y todo SER pueda requerir, con el fin de medir milimétricamente su crecimiento generando alternativas rentables, nutritivas y orgánicas. Y con esto confirmamos que no es necesario vivir del campo, entendemos que todos podemos volver a lo esencial: vivir el campo y convertirnos en agricultores.

Entendemos que el impacto del cambio climático será mucho menor para los agricultores con tecnologías más asequibles que toman un papel importante ya que reúne información para la toma de decisiones por lo cual nos encontramos liderando y gestionando proyectos para:

• El manejo y aprovechamiento de los recursos hídricos y construcción de obras de infraestructura.
• Manejo de los recursos naturales para establecer cultivos.
• Planificación, organización y dirección del desarrollo de bosques y masas forestales.
• Estudio de la tierra con énfasis en el manejo social como fuente generadora de bienestar.
• La producción animal con bienestar animal y vida digna.
• La recuperación del suelo y la calidad del agua.

En KÉTER comprendemos que cada paso que damos al realizar estos proyectos nos acercamos a lo que una persona planea al construir una finca y concluimos que la construcción de la finca comienza con la imagen mental que se tiene de ella con casa, animales y huerta y progresa hasta su realización final. Entendiendo que la verdadera raíz de esa “imagen mental como idea” es la voluntad y el deseo que usted tiene de estar en esa finca.

Y por eso el nombre y el símbolo de esta consultora: Kéter en la interpretación del Cábala es la sabiduría y conciencia. Lo que planteamos es que al sincronizarse la sabiduría y conciencia con el deseo y la voluntad que usted tiene de construir esa finca significa el principio vital de la vida y de los proyectos, con el fin de generar sistemas que funcionan como árboles viejos que duran años y cuando llega el momento de morir, deja en el terreno su cuerpo y nutrición suficiente para que la siguiente generación tenga de donde alimentarse, ejecutar los cambios y la vida.